El cobalto es un metal que participa directamente en la síntesis de la vitamina B12, necesaria para el metabolismo de diversas proteínas, siendo la anemia megaloblástica una de las mayores evidencias ante una carencia.

En el presente artículo vamos a centrarnos en las principales funciones del cobalto, dónde se encuentra, así como las alteraciones que causa su déficit en el organismo.

EL COBALTO

Descubierto a principios del S. XVIII por un químico sueco, se usa desde hace más de 2000 años como colorante para vidrio y cerámica. Su nombre proviene del alemán kobalt, de kobold, que era un espíritu maligno. Lo llamaron así los mineros, por su elevada toxicidad y los problemas que ocasionaba.

FUNCIONES DEL COBALTO

Su principal función es que integra la molécula de la vitamina B12, también llamada cianocobalamina, de manera que la falta de cobalto ocasiona los mismos síntomas que el déficit de vitamina B12.

La vitamina B12 solamente puede ser sintetizada por bacterias y para ello se requiere un átomo de cobalto, de hecho los rumiantes adultos pueden sintetizar suficiente vitamina B12 en el rumen siempre que tengan un suministro adecuado de cobalto.

También es un catalizador de algunas funciones enzimáticas, en este caso, actúa como cofactor. Muy importante por ejemplo en la transferencia de grupos metilo, de esta manera el cobalto, junto con el ácido fólico participan en la síntesis de metionina.

Vitamina B12

Vitamina B12

METABOLISMO DEL COBALTO

Lo más importante es que la absorción de  cobalto, al igual que muchos oligoelementos, va a depender del estado sanitario, nutricional y fisiológico del animal, así como de los niveles de inclusión en la dieta, sin dosis elevadas pero constantes y suficientes.

No encontramos ningún tejido en concreto donde haya una acumulación de cobalto, aunque sí que se han encontrado concentraciones relativamente más elevadas en el hígado, el corazón y en los huesos, aunque este cobalto es el que utiliza el organismo para otras funciones diferentes de la síntesis de vitamina B12.

El cobalto debe ser ingerido por el animal, en una de sus múltiples formas: sulfato, carbonato, óxido o acetato. A continuación, veremos un poco más en profundidad las diferentes formas que presenta y su utilización en la alimentación de rumiantes.

Como hemos comentado, el cobalto es necesario para la síntesis de vitamina B12. Ésta debe ser sintetizada en el rumen por las bacterias, ahí es donde juega el papel importante. La vitamina B12 llega a tener hasta un 4% de cobalto, y aunque tuviéramos una reserva en el organismo nunca podría ser utilizada para la síntesis de la vitamina B12.

Del rumen pasa al intestino delgado, donde es absorbido, pero ya como vitamina B12.

Además, como hemos comentado anteriormente, parte del cobalto que es utilizado para otras funciones pasa al intestino delgado y se absorbe como ion cobalto.

En monogástricos, la síntesis de la vitamina B12 se desarrolla en el intestino grueso y la absorción en el ciego, de manera que muchas veces la absorción está bastante limitada, a excepción de los animales coprófagos, que vuelven a ingerir parte del cobalto no utilizado.

DEFICIENCIA

La más conocida es la anemia perniciosa, que es un tipo de anemia megaloblástica. Aunque no se asocia directamente a la deficiencia de cobalto, sino a la falta de vitamina B12, este oligoelemento es necesario para la síntesis. Obviamente, no todas las anemias perniciosas ni las carencias de vitamina B12 van a tener su origen en el cobalto, ya que pueden haber otros problemas como una mala absorción, enfermedades autoinmunes, etc.

Los síntomas de la falta de cobalto son principalmente genéricos, y muchas veces se pueden  parecer a una parasitosis, ya que los animales empiezan a no crecer correctamente, tienen el pelo seco y sin brillo, pierden peso, y en general llegamos a ver animales con un aspecto demacrado. La mayoría de las veces no lo achacamos a una deficiencia de cobalto, que tampoco es algo habitual en las dietas, pero en animales de alta producción debemos tenerlo en cuenta ya que la velocidad de degradación de los alimentos, así como el tránsito, ocasionan muchas veces que no haya suficiente “tiempo” para poder absorber este tipo de nutrientes.

Este retraso se puede asociar al papel que juega el cobalto y el ácido fólico en la síntesis de metionina, siendo éste un aminoácido esencial para el buen desarrollo y crecimiento de los animales.

SUPLEMENTACIÓN DE COBALTO

Como hemos detallado anteriormente, el cobalto lo podemos encontrar en diferentes presentaciones: óxido de cobalto, sulfato de cobalto, carbonato de cobalto y acetato de cobalto. Es recomendable aportarlo sólo en forma de premezcla debido a su toxicidad, de manera que las presentaciones comerciales que encontramos tienen unas concentraciones menores de cobalto, pero parten de las materias principales. Cada uno de los tipos tiene una concentración determinada:

  • Acetato de cobalto 23%
  • Carbonato de cobalto 46%
  • Hidróxido de carbonato de cobalto 50%
  • Sulfato de cobalto heptahidratado 20%

No hay muchos estudios al respecto sobre cuál es la forma que presenta mayor absorción a nivel cobalto. Una de las formas más empleadas actualmente es el acetato de cobalto, ya que es una sal del ácido acético y su solubilidad a nivel ruminal es mayor que el carbonato de cobalto, siendo el carbonato una sal que requiere de un pH más ácido para su disolución, y el rumen es un lugar a priori con un pH más básico.

Vaca

El sulfato también podría ser una buena alternativa para la formulación debido a su buena solubilidad en pH más básico, pero el coste por unidad de cobalto no es tan competitivo como el acetato, habitualmente.

Las dosis tampoco son muy precisas, aunque existen recomendaciones de 0,1mg/kg de materia seca en pienso final. La dosis máxima sería de  0,3mg/kg de materia seca en pienso final, pero debe ser siempre evaluado por un nutriólogo en base a la dieta que tenga el animal,  carencias, etc.

En conclusión, el cobalto es un metal necesario para la formación de Vitamina B12 por las bacterias ruminales o del intestino grueso, en el caso de los monogástricos, siendo su déficit el causante principalmente de la anemia perniciosa o de cuadros inespecíficos, manifestándose en retrasos en el crecimiento o en bajas producciones. Hoy en día, tenemos medios y alternativas para poder suministrar este oligoelemento a los animales siendo el coste final en la ración muy bajo, y asegurando así la no aparición de estas patologías.

 

Autor: Toni Adsuara, Veterinario y Técnico Comercial de Quimialmel, S.A.